¡Por fin mi vida vuelve a la normalidad! No
es que lo que hago durante el verano sea
anormal pero es que con la conexión
Everywhere no me resulta cómodo subir fotos, ni leer otros blogs, así que
espero a septiembre para volver a la rutina Blogger (si es que a lo que hago se
lo puede considerar, de algún modo, como una rutina). No solo eso, sino que, para
mí, entre que acaba un curso y otro, se abre una especie de abismo en el que desconecto de muchas cosas de las que el resto del año no puedo hacerlo. Supongo que será por el hecho de cambiar de casa, de paisaje (relativamente). La verdad es
que tengo una sensación mayor de cambio de año cuando empieza un nuevo curso
que cuando cambia el año allá por diciembre, así que ahora estoy a la expectativa de lo
que me deparará el nuevo año, sin nada seguro más que, que para clase tengo que
abrir un blog nuevo y, por tanto, tendré que repartir mi tiempo entre los dos. ¡Ya
veremos cómo sale el experimento!
Fotografía editada el 3/4/ 2013, es posible que no se reconozcan los ingredientes de la receta original porque en este caso utilicé otras verduras que eran para otro guiso. |
Hoy os traigo una receta realmente deliciosa con una foto mala, malísima… pero es que tuve que echar mano del teléfono, había poca luz en la pinada… vamos, que para hacerla me tomé mi tiempo, pero para fotografiarla… nada. Espero repetir la receta dentro de poco ya que es una de mis favoritas desde hace años, y hacer una fotografía en condiciones. Os digo que es una receta muy sencilla, una buena forma de comer verduras variadas y además de aprovechamiento ya que, aunque nosotras intentamos siempre poner los mismos ingredientes, nos puede servir para aprovechar alguna de esas verduras u hortalizas que tenemos muriéndose de risa en la nevera. O en el campo. Porque mi abuelo todos los veranos planta un “campito” en el chalet y nos satura de verduras frescas: tomates, calabacines, berenjenas, pimientos (de asar y de freír) y seguro alguna cosa más que se me olvida. A mí me encantan los calabacines, aunque me gustan más en invierno, y tengo un idilio con los pimientos asados, que nunca os he enseñado pero que preparamos con asiduidad durante el verano. Bien asaditos, hechos en finas tiritas… bueno, dejo ya la descripción que me voy a buscar de inmediato un bote de los que hemos hecho en conserva y me lo comeré. Y es que, aunque los productos que usamos en esta receta no los cogimos de nuestra huerta, es verdad que la gran cantidad de verduras que tenemos que consumir (y regalar) son un buen motivo para aumentar la ingesta de estos alimentos, que a veces quedan un poco olvidados o relegados a simple guarnición, cuando pueden ser los protagonistas totales de una receta.
Volvemos
a lo de sencilla. Sencilla es, de eso no cabe duda, pero laboriosa también, así
que lo mejor es, si no queremos recurrir a la picadora eléctrica (que picaría
demasiado las verduras y estas se “perderían” quitándole cierta gracia al
plato), preparar este plato un día que dispongamos del tiempo necesario para
cortarlo todo pequeñito, pero lo suficientemente grande como para que uno note y
diferencie qué está comiendo.
Casi lo olvidaba, creo que la pasta con que preparemos el plato jugará mucho a su favor, o en contra, ya que una pasta de mala calidad, que quede blanda puede hacer que resulte un tanto desagrable degustar de lo que para mí es una delicia, así que prefiero buscar una buena pasta siempre. La elegida son unos
macarrones rayados de la marca Barilla con los que quedamos muy satisfechos ya
que eran más gruesos que los de otras marcas y su punto “al dente” realmente lo
era. La pasta quedó en su punto, enterita y con un buen sabor de base.
INGREDIENTES PARA
4/6 PERSONAS:
-
400 o 600gr de pasta.
-
1 calabacín mediano.
-
1 zanahoria grande o 2 medianas.
-
4 champiñones grandes
-
1 manojo de espárragos
-
1 cebollita
-
1 berenjena mediana (opcional)
-
Tomate frito (casero o comprado, yo le puse solis que da un toque
genial)
-
Sal
-
Aceite
-
Orégano
PASOS A SEGUIR:
- Picamos la cebolla finamente y reservamos.
- Cortamos el resto de ingredientes en cuadraditos pequeños dejando las
puntas de los espárragos enteras.
- Sofreímos la cebolla, añadimos la zanahoria y cuando esta esté medio
hecha los espárragos. A continuación, el calabacín y, para finalizar, los
champiñones, ya que si los añadimos antes soltarían mucha agua y perdería un
poco de sabor el plato. Salamos las verduras al gusto.
- Añadimos unas 4 o 5 cucharadas de tomate frito (al gusto) y dejamos
que la verdura acabe de hacerse por completo. En este momento, si a todo la
familia le gusta, añadiremos orégano al gusto; si no, que cada uno se añada el
suyo, queda prácticamente igual, quizás un poco menos intenso ya que no habrá “cocinado”
ni desprenderá los aromas del mismo modo. Dejamos reposar mientras la pasta
acaba de hervir, ya que la habremos empezado a preparar cuando nuestro sofrito
esté medio hecho.
- Servir cada plato de pasta con una buena cantidad del sofrito y
espolvorear con queso rayado en polvo (en la foto está mezclada ya la pasta con
las verduras, que es lo que solemos hacer cuando somos muchos).
NOTA: del manojo de espárragos podemos aprovecharlo todo en esta receta o bien añadir solo las puntas y reservar el resto del espárrago para otra receta, como un revuelto. Las puntas solo también le dan un buen toque, ya que esto lo hemos hecho algunas veces y casi no se nota la diferencia.
Es
una receta perfecta para el túper y aguanta de un día para otro perfectamente. Yo
recomiendo que, una vez hervida la pasta “al dente”, la refresquemos con agua
fría y le añadamos un poco de sofrito, reservando el resto en un botecito
aparte que añadiremos una vez calentemos la pasta habiéndolo calentado
previamente también y queda prácticamente como recién hecha. Lo de reservar una
parte del sofrito se debe a que si no la pasta absorbería una gran parte del
tomate, quedando seca.
Espero que os haya gustado y que estéis deseando probarla porque sé que os encantará. Además, ahora que los días acortan y viene el mal (bueno para mí) tiempo, uno siempre encuentra algún que otro momento para dedicarlo a preparar recetas más "entretenidas".
¡Salud y buen provecho!
Esta es la malísima fotografía a la que me refería al principio. He preparado de nuevo la receta y he subido algo "mejor". |
¡Salud y buen provecho!
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