domingo, 24 de noviembre de 2013

Crema de calabaza al curry

Hoy os pongo una crema de calabaza para tomarla calentita, muy otoñal y reconfortante. Sumamente cremosa, el toque del curry eleva y potencia su sabor en un contraste de sabores dulzones y especiados, pero apta solo para quienes les gusta mucho la calabaza. Eso sí, mejor consumirla recién hecha y en pequeñas cantidades (sacia fácilmente), porque con el paso de los días aumenta el sabor de la calabaza y solo sabe a ella, resultando demasiado dulce para ser un primero. 



Ya veréis qué fácil es de preparar, lleva un ratito arreglar la calabaza, pero luego vale la pena, sale una buena cantidad y si no queremos tanta, podemos aprovechar la otra mitad para cualquier otra cosa que se nos ocurra. El método de cocción consigue que no se queden las vitaminas y cosas buenas en el agua que luego, inevitablemente, acaba yéndose en gran parte por el fregadero. Se consigue no solo conservar mejor las cualidades de este alimento sino también el color, que mantiene en toda su potencia en un brillante color naranja.

 La receta, o más bien la idea, la tomé de uno de los programas de Hoy cocinas tú, de uno de los de Isma Prados, un cocinero que vengo siguiendo desde bastante joven y cuyos programas casi siempre veo. Tomé la idea de la cocción, y creo que añadir queso brie que sugiere él u otro tipo de queso cremoso y con un sabor potente puede darnos resultados geniales, pero yo lo preparé con lo que tenía por casa, a mi gusto, y esta vez quería que la calabaza fuera la protagonista.

Para otras recetas con calabaza os recomiendo esta mermelada, que está para chuparse los dedos. Para más... pronto ampliaremos el recetario.

INGREDIENTES para 4 personas:

  • 1 calabaza mediana de las de forma de cacahuete, aproximadamente 2 kg.
  • 1 patata mediana tirando a grande o 3 pequeñas
  • Aceite
  • Pimienta negra
  • Sal
  • Una puntita de cucharilla de café de curry
  • 2 quesitos cremosos (podéis ponerlos light que no se nota)


La ELABORACIÓN paso a paso:

1. Pelamos, limpiamos y troceamos la calabaza en cubitos uniformes de 2x2 cm aproximadamente. Es importante que sean uniformes para conseguir una cocción uniforme, pues no los vamos a hervir.

2.  Ponemos al fuego medio una cazuela baja y grande, añadimos un par de cucharadas o tres de aceite de oliva y cuando este esté caliento añadimos la calabaza. Hay que dejarla que se dore, removiendo constantemente para que sea un dorado uniforme, pues al ser gran cantidad no todos los dados quedan en contacto con la superficie.

3. Cuando dore la calabaza y empiece a estar tierna añadiremos las patatas, que habremos pelado y laminado previamente. En cuanto a las láminas, lo mejor es que sean lo más finas posibles para que se cuezan rápidamente.

4. Salpimentamos al gusto (cuidado con la sal en este punto, pues hay que tener en cuenta que el gusto final de lo que estamos cocinando siempre es dulzón y puede hacer que añadamos un exceso de sal que luego cambiaría los sabores) y tapamos ente 10 y 20 minutos a fuego bajo, hasta que la patata esté tierna. A mitad de este paso habremos añadido el curry, al gusto también, mi cantidad es orientativa, pues no quería que predominase su sabor y es por eso solo un toque .Si fuera necesario, añadimos 3 o 4 cucharadas de agua para ayudar a la cocción de la patata.

5. Pasamos la calabaza y la patata a un cuenco grande o una olla, añadimos los quesitos en trozos y  trituramos. Atención: aunque primero parezca que la crema va a quedar grumosa, tras un rato batiendo tomará la consistencia deseada. Siempre podemos ayudarnos añadiendo un chorrito de agua caliente (mejor agua que caldo para que no cambie el sabor).

¡Qué aproveche!


domingo, 17 de noviembre de 2013

Espagueti con almejas

¿Quién diría que con tan pocos ingredientes y en tan poco tiempo tendríamos un plato tan sabroso? Sin duda es el caballo ganador si no queréis pasar mucho tiempo preparando laboriosas salsas, pero sí sorprender a vuestros comensales.

Tras dos semanas sin actualizar por motivos técnicos, como un ordenador, donde están las fotos y textos de las próximas entradas y todas las cosas de clase, que repentinamente deja de funcionar ... vuelvo de nuevo por aquí con un sencillísimo plato de pasta y dando las gracias porque no ha sido nada grave, que de nuevo funciona y no he perdido nada (ahora para no tener más sustos tendré que empezar a copiar mis cosas en otra parte para estar segura de que no se pierden).



La receta la preparamos según lo que nos parecía que podía llevar inspirándonos en una que a veces comemos en un italiano cercano, así que es posible que la conozcáis ya pero con otros ingredientes o proporciones. Vamos con ellos, aunque como se trata de un plato tan sencillo, lo mejor es que sean de buena calidad para obtener los mejores resultados. 


INGREDIENTES para 4 personas:

  • 500 g de almejas
  • Aceite de oliva
  • 2-3 dientes de ajo medianos
  • Guindilla (como siempre al gusto, aunque este plato gana con un punto picante)
  • 350-400 g de espagueti
  • 75-100 ml de vino blanco
  • Agua
  • Sal


La ELABORACIÓN paso a paso:

1. Limpiamos las almejas poniéndolas en un cuenco con agua para que suelten la arena que pudieran tener.

2. En una sartén o cazuela baja ponemos a calentar una cantidad suficiente de aceite de oliva, unas 3 o 4 cucharadas soperas. Pelamos y laminamos, no demasiado finamente, los ajos y los sofreímos hasta que empiecen a dorarse. En este momento añadiremos la guindilla, que, si queremos conservar hasta el final la laminaremos y si queremos quitarla como indicaré la ponemos en trozos más grandes.

3. Llevamos a ebullición agua con sal y añadimos la pasta, que cocemos según las indicaciones del fabricante.

4. Mientras cuece la pasta, añadimos las almejas a la cazuela con el sofrito de ajo y guindilla, les damos una vuelta y, en nuestro caso, quitamos la guindilla.

5. Añadimos el vino blanco, tapamos la cazuela y esperamos a que todas las almejas se abran. Cuando estén listas si vemos que hay un exceso de líquido reducimos dejando evaporar unos minutos, aunque hay que tener en cuenta que esta será la salsa de nuestra pasta, por lo que debe haber una cantidad suficiente.

6. Escurrimos la pasta cuando esté lista, añadimos a la cazuela, aliñamos con un toque de pimienta al gusto y, cuando la "salsa" tenga la consistencia deseada (si fuera necesario podríamos añadir un par de cucharadas del agua de cocción), servimos.

¡Qué aproveche!