lunes, 23 de abril de 2012

Postre fácil de naranja


Hoy es el día del libro. Me recuerdo con un libro en la mano desde que tengo uso de razón, no sé pensar en mí sin un libro en el bolso, en la mochila, con unos cuantos libros amontonados en mi mesita de noche: a veces leo un capítulo de uno, otras, un cuento, me ayuda a conciliar el sueño y a reflexionar. Creo que en ese pequeño montoncito al lado de la cama siempre está El Principito y Cuentos para pensar. Podrían ser otros cuentos de autores más famosos, más literarios, pero para dormir... tampoco necesito más. 
Porque me encanta leer, el olor a libro nuevo, pero también a viejo, recrearme en una portada atractiva o simplemente tocar las páginas, no podía dejar hoy de hacer mi pequeño homenaje a esos compañeros de viaje que son para mí los libros. 
Además, la cocina puede llegar a ser un espacio muy "literario" (por llamarlo de algún modo) ya que la mayoría de recetas vienen en libros. Todos tenemos algún que otro manual de cocina: para microondas, olla a presión, muffins, el de Florinda Chico que trae todas las recetas que están ahora de moda pero con sus nombres ingleses traducidos al español (este último estaba por mi casa y no pude evitar echarle un vistazo: aunque no es nuevo trae recetas muy "modernas" y es toda una curiosidad), el Puchero de las monjas... junto a otros más sofisticados de las mejores pastelerías del mundo... La cocina, por tanto, también se nutre de las letras o ¿son las letras las que se nutren de la cocina? Recordemos libros Como agua para chocolate o Recetas y confidencias... que utilizan algunas recetas como pretexto o introducción a cada uno de sus capítulos. Así que...

¡FELIZ DÍA DEL LIBRO A TODOS!

Tras esta reflexión, vuelvo a lo que nos ocupa:
Lo que hoy os traigo es tan sencillo que no se podría calificar ni de receta. Se trata, más bien, de una idea para un postre o merienda rápida y que según la presentación será mas o menos completo y más o menos elegante.

Necesitaremos una naranja, miel y pasas. Pelaremos la naranja, la cortaremos en rodajas de 1- 1'5cm aproximádamente, lo colocamos de forma bonita (si queremos) en el plato y lo regamos (generosamente, muy generosamente en mi casa porque la miel me encanta) con miel. Añadimos pasas al gusto y a disfrutar de este postre o merienda tan secillo.

Sé que no es mucho lo que hoy os traigo, pero es más que nada una entrada exprés ya que queda poco más de un mes para los exámenes, la próxima semana tengo un congreso de varios días bastante intenso... voy a estar muy liada y no sé con qué frecuencia voy a poder actualizar, así que no quería dejar pasar hoy sin publicar ni desaparecer de la blogosfera sin avisar como otras veces he hecho.
 Recetas tengo hechas, y fotos también, pero tiempo para redactar las entradas no, así que, en cuanto tenga un ratito, me pasaré por aquí, pero menos que antes. Supongo que a mediados de junio retomaré la actividad habitual (una entrada a la semana que es lo que mejor me va) y tengo pensadas muchas cosas para el verano como alguna que otra entrada monográfica sobre alimentos, costumbres y tradiciones culinarias que me gustan... Parece pronto hablar del verano pero, siendo sinceros, empiezo a estudiar ya, este mes se me pasa volando y en una semana en junio despacho los exámenes. En cuanto estos terminen yo ya cojo prácticamente vacaciones y eso, aunque hasta el 21 (o 23 que siempre me lío con San Juan) siga siendo primavera, con el calor que hace aquí en Valencia, para mí ya es verano. 

¡Salud y buen provecho!

lunes, 16 de abril de 2012

Arroz al horno y algún que otro macaron...


                Esta semana os traigo una receta típicamente valenciana. A mí no me gusta la paella pero el arroz al horno me encanta (aunque a mi estómago no le guste tanto desgraciadamente…). Para mí es uno de los arroces más famosos de Valencia junto con la paella y la típica “olla xunta” o “arròs en fesols i naps”.
                Bueno y ahora a lo que vamos… ¡el arroz! Me diréis: ¡Arroz al horno en cazuela de metal?! Mal empezamos ¿no? Si ya variamos lo que estéticamente es más típico ¿qué haremos con el resto de la receta? Pero no creáis, sale riquísimo, incluso mejor que con la de barro ya que, desde hace unos cuantos años, y después de que casi siempre que hicieran arroz al horno es que quedara un poco pasado probaron y la diferencia fue abismal. Desde entonces utilizamos la cazuela de metal y no falla. 
                Este que os traigo es mi primer arroz al horno y estoy muy orgullosa de él porque quedó riquísimo, no esperaba que el primero saliera tan bueno. Ya sé que tampoco es un plato hipercomplicado con un millón de pasos y demás pero… cuando uno cocina algo que le gusta por primera vez y sale bien…
Bueno, y ahora vamos a los ingredientes para 5 personas:
  •  10 o 12 trocitos de costilla de cerdo (mejor si tienen más carne que grasa para mi gusto)
  •  2 morcillas (si están sequitas mejor)
  •   3 o 4 longanizas de magro
  •   1 morcilla de carne, botifarrones
  •   1 patata mediana
  •   1 tomate maduro
  •   1 bote pequeño de garbanzos cocidos
  •   1 cabeza de ajos (más o menos al gusto)
  •   Perejil
  •   Pimentón
  •   Tomate frito
  •   5 tazones de agua
  •   2 tazones y medio de arroz (unos 600-700gr) (sí, sé lo que estáis pensando, somos todos de buen comer, y si sobra supongo que para el día siguiente estará bueno, aunque no he tenido la experiencia)

Y la receta:
1.       Ponemos a calentar el agua con un poco de colorante alimentario y sal y precalentamos el horno al máximo.
2.       Freímos las costillas hasta que estén bien doraditas y reservamos. A continuación freímos el embutido cortado a trocitos (de unos 2 o 3 cm para aquellos a los que les gusta que los orienten) y reservamos sin tirar el aceite.
3.       En la cazuela ponemos el arroz, las costillas, el embutido y echamos una parte del aceite (casi todo si no hemos usado mucho para freir). Después un buen chorro de tomate frito y los garbanzos. Lo mezclamos y añadimos una cucharadita de pimentón dulce.
4.       Ahora pelamos la patata y la cortamos en rodajas de 1cm de grosor aproximadamente. Lo mismo con los tomates pero sin pelar.
5.       Vertemos sobre la cazuela el “caldo” que habremos preparado. Es mejor no ponerlo todo y si falta añadir que no pasarnos y que se nos pase el arroz.
6.       Repartimos de forma “bonita” las patatas y el tomate de forma que casi los cubra el caldo y ponemos una cabeza de ajo en el centro (en nuestro caso ponemos media poco más o menos) y también un poquito de perejil.
7.       Lo llevamos al horno y cocinamos durante unos 20 minutos, hasta que esté doradito por encima (para mí cuanto más seco y doradito ¡mejor!)

            Y ya tenemos listo un arroz rico, rico y con fundamento que diría Karlos Arguiñano, al que, por cierto, anoche vimos en el nuevo programa de Andreu Buenafuente junto a Juan Mari Arzak (que me encanta ver cómo explica sus “creaciones”) y Ferrán Adrià. Los tres juntos nos hicieron reír y fue muy interesante ver como 3 grandes cocineros se enfrentaban a una cata a ciegas (bueno, a Arzak le daba “yuyu” lo de las catas a ciegas así que estaba de pinche de Buenafuente): el primer plato era una magdalena de roquefort y el segundo un chupito de brócoli, mostaza y limón, que les fue imposible adivinar. Bueno, y después de este breve paréntesis televisivo, que me apetecía comentar porque nos hicieron pasar un buen rato y verlos más allá de la bata y el gorro de cocinero, me despido ya de vosotros por esta semana. No dudéis que aunque no actualizo mucho, a pesar de que ahora he cogido de nuevo el ritmo  post por semana, no dejo de pasarme por vuestros blogs/cocinas y de interesarme por vuestras creaciones.
                Solo me queda añadir que ayer hicimos macarons y… redoble de tambores, la banda del pueblo sonando… ¡me salieron bien! ¡Qué alegría! Y además los encontré deliciosos, nunca he probado uno, así que para mí un macaron será eso mientras no mejore la receta o no pruebe unos de pastelería.  
                He de reconocer que no me resultaron demasiado complicados aunque al principio me asustaban. Son más que nada un poco laboriosos y creo que en cuanto encuentre harina de almendra como tal probaré con distintos sabores, colores y rellenos. Estos los comimos con mermelada de fresa y de calabaza y con helado de caramelo que es como más buenos estaban: crujientes por fuera y fríos y cremosos por dentro. No son todo lo perfectos que podrían ser porque casi se queman y no estaban 100% hechos por dentro, por lo que algunos no se despegaron bien. No les he tomado fotos y ya casi no quedan, pero a la próxima prometo hacerles alguna...
                Como libro para esta semana os traigo algo tan sencillo, y tan profundo, como es El principito, libro por todos conocido pero no por todos leído que, creo, al menos, se debe ojear una vez en la vida. 

¡Salud y buen provecho!

lunes, 9 de abril de 2012

Hot Cross Buns


                Esta entrada iba a ser la de mi primer arroz al horno que la tenía ya preparada, pero no podía dejar pasar la oportunidad de enseñaros un dulce típico de pascua inglés. Casi llego tarde pero aún estaba a tiempo de subir la receta sin quedarme desfasada aunque creo que se puede preparar para tomar con café cualquier día del año. Se trata de los “Hot Cross buns” unos dulces que se suelen tomar en viernes santo.


                El sábado pasado a mediodía de repente vi que en una pequeña cafetería de Valencia regentada por inglés se impartía un taller de Hot cross buns en inglés, algo que me pareció un plan “imperdible”: ¡cocinar y practicar inglés a la vez! El taller se impartía en La ola fresca por la dueña del local, Helen, una mujer muy agradable cuyo objetivo es que la gente practique inglés de una forma natural, ya que mientras uno realiza una actividad la conversación surge de forma espontánea. No sé si fue porque era el primer taller que impartía o porque no había tenido mucha difusión la idea, pero estaba yo sola. A pesar de ello, fue muy divertido porque ella trataba de mantener la conversación todo el rato, indicándote los pasos a seguir y porque los clientes también se involucraban, se interesaban por lo que estábamos haciendo… básicamente porque ¡estábamos amasando en la barra!
                Y ahora, sin más, os dejo la receta.
      INGREDIENTES:
                900 g de harina de fuerza
                1 cucharadita de sal
                2 cucharaditas colmadas de mixed spices (canela, jengibre y nuez moscada)
                110 g de azúcar
                230 g de pasas (o cualquier otra fruta deshidratada al gusto) 
                Rayadura de piel de naranja
                30 g de levadura fresca
                85 g de leche en polvo
                430 ml de agua, templada
                110 g de mantequilla punto pomada
                2 huevos M
                Harina extra para la superficie.
                *para la cruz:
                4 cucharadas de harina
                1 cucharada de azúcar
                1 huevo batido con una cucharada de leche

                INSTRUCCIONES
1.       Mezclamos la harina, la sal, especias, el azúcar, las frutas secas y la rayadura de naranja en un cuenco grande y hacemos un hueco en el centro.
2.       Mezclamos la levadura con una cucharita del agua templada.
3.       Mezclamos la leche en polvo con el agua y añadimos la mantequilla derretida. Añadimos los 2 huevos batidos y removemos bien.
4.       Vertemos el preparado anterior en el hueco que hemos hecho en el cuenco y añadimos la levadura que habíamos hecho líquida. Podemos no añadir todo el líquido de una vez por si nos pasamos ya que buscamos una masa que sea suave pero sin resultar demasiado pegajosa. Empezamos a trabajar la harina con el líquido de fuera hacia adentro y cuando tenga la consistencia adecuada verteremos la masa sobre una superficie enharinada.
5.       Ahora toca trabajar la masa de una forma muy similar a como lo haríamos con la pizza. Buscamos fortalecerla y hacerla elástica. Para ello tenemos que hacerla una bola,  estirar hacia atrás, plegarla sobre sí misma y apretar un poco. Entonces la giramos un cuarto de círculo y repetimos la operación y así durante unos 10 minutos.  Entonces la masa habrá quedado tersa y suave, como el culito de un bebé me decía Helen que tenía que quedar… El olorcito que desprende esta masa es embriagador entre las especias y la naranja... mmmmm.
6.       Pasamos la masa a un cuenco limpio y la dejamos reposar tapada con un paño limpio en un lugar cálido hasta que doble su volumen. Una vez haya doblado el volumen, transcurridos entre 30 minutos y una hora, damos dos o tres golpes fuertes  a la masa (para descargar toda la tensión del día me indicaron…) y la trabajamos de nuevo durante unos 5 minutos más.
7.       Dividimos la masa en 12 o 24 bolitas de tamaño uniforme, los cubrimos y los dejamos doblar el tamaño de nuevo.
8.       Preparamos el “topping” mezclando la cucharada de azúcar con las 4 de harina y 4 de agua (aunque esto dependerá ya que buscamos una crema espesa). Ponemos la pasta en una manga pastelera a la que cortaremos la punta muy, muy, pequeña y reservamos.
9.       Este es el momento de hacer las cruces que dan su nombre a este dulce: con el dorso del cuchillo marcamos una cruz en cada bollito, los pintamos con la mezcla del huevo y leche y con la manga pastelera rellenamos los huecos de la cruz (de forma generosa, para que se vea bien el trazo blanco que veis en las fotos).
10.   Finalmente, tendremos que tener precalentando el horno a 250º y una vez los “hot cross buns” en el horno bajaremos la temperatura a 200º. Los tendremos unos 15-20 minutos hasta que estén doraditos.
11.   Si queremos dar un poco de brillo a nuestros bollitos mezclamos una cucharada de miel con un poco de agua caliente y los pintamos con este preparado. 
      Las fotos son de las que me hicieron allí sobre la marcha, que han colgado en el Facebook

                Recomiendo que los comáis cuando todavía están calientes, abiertos por la mitad y con un poco de mantequilla o bien una vez fríos, tostaditos y con el mismo acompañamiento. 

¡Salud y buen provecho!